spot_imgspot_img

De Canning al fútbol europeo: la historia soñada de Nacho Piantoni, de Echeverría del Lago

Jugó una final de Copa Canning con la camiseta del barrio que lo vio nacer, ganó su primer título en la Primera de ADCC y a los pocos días lo llamaron desde el fútbol de Italia y le dijeron: “El lunes tenés que estar acá para sumarte a las prácticas”.

Esta es la historia de Ignacio Piantoni, Nacho para sus amigos, un histórico de Echeverría del Lago que está cumpliendo el sueño del pibe: jugar profesionalmente al fútbol en Europa.

Nacho acaba de firmar contrato con el Montelepre Calcio, club que milita actualmente en la Eccellenza. Es la quinta división del fútbol italiano, por detrás de la Serie A, Serie B, Serie C y Serie D.

Desde Sicilia, a 11 mil kilómetros de distancia, Nacho dialogó con Noti Canning sobre su pasado, presente y futuro como futbolista.

Cómo fue el salto de Canning a Europa

“Desde chico, me crié en Echeverría del Lago. Nací ahí. Es mi casa, mi barrio. Ahí hice todas las inferiores”, cuenta Nacho. Es un verdinegro de pura cepa. Y lo expresa con orgullo: “Es muy bueno lo que brinda el barrio en la parte deportiva”.

Nacho hizo todas las inferiores en Echeverría del Lago.

Nacho hizo inferiores en Banfield y en Tristán Suárez, pero siempre se hizo un lugarcito para defender los colores de EDL. “Es un barrio muy familiar. Siempre que volvía me recibían muy bien. No le sueltan la mano a nadie. Cada vez que podía sumar, me abrían las puertas como si fuera un hijo más del barrio”.

Gracias a un convenio con la ADCC, en junio del año pasado la Experiencia Montcada realizó una prueba de tres días en Echeverría del Lago. “Fui los tres días y me fue muy bien. Me gané la beca para ir a España“, cuenta el juvenil de Canning.

Con la beca, Nacho arrancó 2025 en el Terrasa, un equipo de la cuarta categoría de España. Fue de la primera camada de Montcada en esa institución, ubicada en Barcelona. Allí jugó en el tercer equipo, que se agregó para jugar en la Cuarta de Cataluña.

La experiencia en España fue “muy buena” para Nacho.

“Fue mi primer viaje solo. El viaje más largo que hice. En la escalera del aeropuerto se te pasan mil cosas por la cabeza, pero fue lindo. Veía a mis abuelos, a mi familia, a mi mamá”, recuerda Nacho, visiblemente emocionado.

Esos cinco meses en Terrasa quedaron en su memoria como “una experiencia muy linda”, en la que pudo hacer “un montón de amigos” y conocer otras culturas, más allá de lo futbolístico. “Fui a la pensión del club, pero más que una pensión parecía un hotel con todas las comodidades”, destaca.

La vuelta -provisoria- a Canning y una final histórica

Cuando Nacho termina el contrato de cinco meses en España, vuelve a la Argentina. Aterrizó en Ezeiza el 10 de junio. Y enseguida habló con sus amigos de la vida para sumarse al plantel de Primera, que tenía una semifinal de Copa Canning por delante.

La historia cuenta que EDL superó a Terralagos en la semifinal y le ganó por penales a La Martona en la final, como visitante, luego de empatar agónicamente en la última jugada del partido.

Nacho ganó la Copa Canning 2025 en Primera con EDL.

“Por suerte los chicos me dejaron sumarme. Para mí fue algo muy importante. Yo salí campeón en todas las categorías de Echeverría del Lago, porque somos un equipo ganador. Siempre vamos a ganar, no a ver qué pasa. Pero nunca había jugado en primera, nunca se me había dado. Esta vez fui y en menos de un mes salimos campeones”, cuenta Nacho.

Cuando habla de Echeverría del Lago, le cambia la voz. Evidentemente, cada rincón de ese barrio le toca fibras sensibles. Esos colores le siguen tirando, y siempre le van a tirar, pese a su proyección europea.

“A mis amigos les decía que tal vez estaba romantizándolo mucho, pero para mí esa noche fue como cuando Messi dijo ‘fui campeón con la Selección, ya está’. Salir campeón con EDL fue fantástico“, expresa.

El sorpresivo llamado de Italia

Luego de jugar la final de Copa Canning, Nacho quedó lastimado y tuvo que hacer una recuperación. A la par, esperaba un llamado de Europa para continuar allí su carrera como profesional.

“Iban pasando las fechas y no llegaba nada, pero hablaba con la gente de España y me decían que me quede tranquilo, que seguro aparecería una oferta de un equipo”, recuerda.

“Se da la casualidad de que un viernes me dicen que se complica conseguir club porque yo no tengo ciudadania italiana. Y al otro día, el sábado a la mañana, lo levantan a mi papá de la cama y le dicen que me quieren en Italia para ese lunes“.

El padre de Nacho dio el visto bueno, pero pidió algunos días para acomodarse y despedirse de su gente. “En una semana me subí nuevamente a un avión, por un tiempo más largo y para jugar en un equipo profesional”, Nacho, con una sonrisa en la cara.

De ese momento recuerda: “Fue un flash, una felicidad bárbara. Lo tomé con seguridad, con certeza de que me iba a ir bien”.

Sobre el fútbol italiano, dice que “es muy duro, no te regalan nada”. “En esta categoría hay chicos que jugaron Serie B. Se juega como si fuera la Primera. Hay más roce que en España, pero también se busca el juego asociado por abajo”, agrega.

Nacho es enganche, volante ofensivo por naturaleza. “Acá se llama trequartista. Siempre intento tener el manejo del juego con la pelota, buscar pases filtrados, me gusta mucho asistir, pero cada vez me estoy acercando más al gol”, dice.

Ahora tiene un contrato de ocho meses, que termina en mayo. “Voy a tratar de hacer lo mejor posible acá para llegar a lo más alto con este equipo”, asegura.

La familia, su pilar

Mi familia es lo más importante. Lo que ves en mí es lo que hicieron ellos. Me dan la confianza, las ganas, el acompañamiento… Son los primeros que me dicen cuando estoy haciendo las cosas mal o me felicitan cuando voy por buen camino. Nunca me presionaron ni me obligaron. Están muy contentos por mí a pesar de la distancia”, expresa Nacho.

Nacho, junto a su familia, que lo acompañó siempre.

El día que muy gentilmente atendió a Noti Canning, su mamá estaba cumpliendo años. “Son esos momentos en los que pienso que me gustaría estar ahí con ella para abrazarla, pero sabe que este es mi sueño y lo voy a cumplir. No estoy acá de paseo. Estoy seguro de que lo voy a cumplir y ella también”, sostiene.

Se lo nota súper enfocado en su camino, profesional, serio. Y centrado: “Hoy, mi sueño es no tener techo, seguir creciendo los años que sean necesarios. No pienso dónde están otros jugadores a mi edad, pienso en todo lo que se viene para mí”, afirma.

Por último, Nacho deja un mensaje para el barrio: “Echeverría del Lago es una de esas cosas que le agradezco a la vida. Con mis amigos no podemos creer la infancia que nos dio. Desde que entrás y saludás a los guardias te sentís en una casa, como si fuese una familia entera en serio. Eso tiene EDL, hay chicos que en una casa empezaron a hacer hamburguesas y hoy están por abrir el segundo restaurante. EDL es crecimiento. Para mí es el mejor barrio que existe, por lejos, y espero que siga manteniendo esa familia y creciendo como lo hace todos los días”.

“Echeverría del Lago es una de las cosas que le agradezco a la vida”, dice Nacho.

Artículos relacionados

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here